IBERO y UNAM diseñan método para obtener bioaceite con energía solar
La maestra Lorena Pedraza informó que la IBERO y la UNAM, a través del Centro Mexicano de Innovación (CEMIE) en Energía Solar, están trabajando en el diseño de una metodología para el desarrollo de procesos hidrotermales.
Con el estudio buscan obtener productos de valor agregado de la biomasa mediante energía solar y lograr que los reactores hidrotermales se calienten sólo con este tipo de energía renovable.
De acuerdo con el informe ejecutivo del proyecto Tecnología solar para obtención de productos con valor agregado mediante procesamiento hidrotermal, financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Energía (SENER), el equipo de trabajo de la Universidad Iberoamericana realiza las siguientes tareas:
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Desarrollo de un estudio conceptual del procesamiento hidrotermal de biomasa incluyendo el estudio del estado del arte, caracterización cinética y selección de modelos matemáticos.
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Desarrollo e implementación de un plan de trabajo experimental para determinar las condiciones óptimas de proceso por tipo de producto y por biomasa utilizada.
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Implementación y desarrollo de un modelo de simulación de proceso, así como su validación con datos generados en el laboratorio.
La biomasa marina y forestal no tienen buena salida, detalló la académica del Departamento de Ingeniería Química, Industrial y de Alimentos de la IBERO. Con el proyecto de investigación entre la IBERO, la UNAM y el CEMIE se busca generar antecedentes y metodología para obtener bioaceite y otros productos de valor a partir de los residuos con el objetivo de facilitar la transición energética del futuro próximo.
“México tiene un regalo de la naturaleza por la radiación solar ininterrumpida, más la energía eólica y la biomasa. Sin embargo, aún faltan investigaciones para evaluar los pros y los contras de estos desarrollos”, señaló.
Este proyecto de colaboración interinstitucional no sería posible sin la participación de estudiantes que hacen su servicio social en el laboratorio. Estudiantes de licenciatura, de maestría y de doctorado. “Sin ellos no podemos hacer mucho”, reconoció la especialista en el estudio del sargazo.
Por esto, era importante regresar a los laboratorios de la IBERO, los cuales están funcionando, desde el pasado 2 de agosto, con medidas especiales de ventilación e higiene por el contexto de la pandemia, añadió.
Entre los productos académicos que se entregarán sobre este proyecto financiado por Conacyt-SENER se encuentran artículos en revistas indizadas, tesis de posgrado y presentaciones de los resultados en congresos nacionales e internacionales e información a medios de comunicación.