Ciencia poética de Ada Byron, la mujer que puso la semilla de la era digital
Para contrarrestar la herencia genética romántica y temperamental de su padre, Lord Byron, la madre de Ada Byron decidió que ella, única hija legítima del poeta, fuera educada en temas de matemáticas, lo que a la postre produjo una combinación que la propia Ada llamó 'ciencia poética', en la que hacía convivir su rebelde imaginación con el encanto de los números.
Durante el lanzamiento del Premio Ada Byron a la Mujer Tecnóloga. Capítulo México 2ª edición, el maestro José Antonio Morfín Rojas, director de la División de Ciencia, Arte y Tecnología de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, compartió un breve relato sobre quién fue Ada Byron (1815-1852), pionera de las ciencias de la computación y mujer británica que puso la semilla de la era digital.
Ada, quien entre sus muchos tutores tuvo al pionero en el campo de la lógica simbólica, Augustus de Morgan, fue una mujer experta en las ecuaciones algebraicas utilizando el álgebra de Boole, y poseedora de la habilidad de apreciar la belleza de las matemáticas, a las que consideraba: el lenguaje a través del cual la débil mente del ser humano puede leer el trabajo de El Creador.
En mayo de 1833 Ada acudió a una actividad que cambiaría su vida, un evento en Londres donde pudo convivir con algunos protagonistas del ámbito científico de la época y en el que tuvo la oportunidad de conocer al matemático Charles Babbage, quien tenía un conjunto de 'autómatas', muñecos mecánicos que podían llevar a cabo coreografías.
Doce años antes de esa histórica coincidencia "que sigue teniendo eco en nuestros días", Babbage, en una reunión en Cambridge, mencionó que estaba trabajando en una tabla de logaritmos y que, desearía que estos cálculos pudieran ser ejecutados por vapor (era la época de la Revolución Industrial); a lo que el matemático y astrónomo John Herschel contestó: es posible.
En busca de apoyo para construir su 'máquina analítica', Babbage dictó una conferencia en Turín, ante el Congreso Italiano de Científicos, y con la ayuda del capitán Luigi Menabrea (quien años más tarde sería Primer Ministro de Italia), quien tomó notas para la memoria del Congreso, Babbage publicó una descripción detallada de la máquina, en francés, en octubre de 1842.
Ada Byron se dio a la tarea de traducir al inglés ese trabajo, para publicarlo en la revista Memorias científicas. Babbage, sorprendido por la profundidad de la traducción de Ada, le sugirió que escribiera ella misma un artículo.
Pero como en aquella época las mujeres no podían publicar, Byron sólo aceptó redactar un texto para la sección Notas del traductor de esa revista dedicada a la ciencia, el cual terminó por tener 19 mil 136 palabras, más del doble del artículo original, y que firmó simplemente como AAL (siglas de su nombre: Augusta Ada King, condesa de Lovelace). "Estas notas fueron más famosas que el artículo y fueron el instrumento para convertir a Ada en la figura icónica de la historia de la computación", dijo Morfín.
El Maestro abundó que, en las Notas del traductor, Ada exploró tres conceptos que tendrían resonancia histórica un siglo después, cuando finalmente nació la computadora. El primero, fue la idea de contar con una máquina de propósito general, que pudiera ser reprogramada para ejecutar un sinnúmero de tareas, cambiando el código. "En otras palabras, tuvo la visión de la computadora moderna".
El segundo, fue contemplar que la máquina no sólo trabajara con números y matemáticas, sino que la máquina pudiera almacenar, manipular, procesar y actuar sobre cualquier cosa que pudiera expresarse en símbolos, palabras, lógica, música, etcétera.
El tercero, "fue imaginar un proceso detallado, paso a paso, de lo que ahora consideramos un algoritmo, para describir las tareas que la máquina debe ejecutar. Utilizó el ejemplo, que se sigue utilizando hoy en día en muchas clases de programación, del cálculo de los números de Bernoulli".
Aunque su apreciación de la 'ciencia poética' llevó a Ada Byron a proponer una máquina, que fue ignorada por la comunidad científica de su época, desde hace años ha sido celebrada como un icono del feminismo y pionera de las ciencias de la computación, pues percibió cómo el poder de un dispositivo de esa naturaleza podría ser utilizado para cualquier tipo de información. Es así que "Ada puso la semilla de la era digital, que comenzaría a florecer 100 años después y que hoy estamos nosotros disfrutando